Aunque silencio ya eres
a veces oigo tu voz,
arrulla mi corazón
y me dice que me quieres.
En todas partes están
tus manos, yo las presiento,
en la brisa, en el viento,
y en días de soledad.
En mi cabeza se mezclan
¡No es que te haya olvidado!
Eso lo sabes muy bien,
¡Por Dios! Que no puede ser,
porque te llevo grabado.