Despues de estar vagando sin rumbo durante toda la tarde, llegué a casa cuando el día y la noche se cruzan en su camino, y las siluetas apenas se distinguen en el horizonte.
Al abrir la puerta un silencio sepulcral me recibió.
Encendí la luz, y lo ví sentado en su sillón, corrí a su lado y comencé a besarlo.
Él rodeó mi cuerpo con sus fuertes brazos, y me abrazó con tanta fuerza...
En ese instante regresé de las profundidades del sueño.
6 comentarios:
predioso sueño, o no fue un sueño? tenemos que tener los sentidos abiertos y receptivos,sus almas siguen con nosotros solo tenemos que estar atentos para poder percibirlas, te quiero
no se si te llegara este comentario.estoy encantada de poder leer eso tan bonito que escribes...... y los sueños?disfrutalos,te dan paz,alegria y te ayundan para el despertar.te quiero un abrazo.
Una pequeña maravilla. Abrazarse a un sueño tan real para, de uno u otro modo, intentar permanecer despiertos. Precioso.
Cronopio, gracias por tus hermosas palabras, las considero, un bonito regalo de Reyes.
La vida vivida de otra manera. Más que nunca, ahora, debes usar tu intuición para vivirla.
Tal vez fuera un sueño. Pero su abrazo era real, verdad?
Gracias Ana por tus palabras, tienes razón, en esos momento para mí, fué tan real como la vida misma.
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